¡Qué bien! Una nueva colaboración. Y llega de allende los mares. Bueno, de Canarias... Toñi nos escribe:
EL SILENCIO
Siempre he tenido cierta predilección por las fotografías: ese momento efímero, con un antes y un después, que solamente sus protagonistas, o aquellos cercanos, conocen. Su silencio.
“Quince años… la niña bonita”.
“¿Quién no es guapo a los dieciocho?”
Y, sin embargo, estimo que nosotros tuvimos que esperar más tiempo para estar en la cumbre. Nos alzamos juntos, por primera vez, a ella. Encuentro breve, divertido y, como siempre, placentero. Confidencias, maquinaciones y planes que dieron a mi vida el sentido que hoy tiene. Momento conciso, valioso y conveniente, la primera página de una extensa y duradera historia.
Siempre he tenido cierta predilección por las fotografías: ese momento efímero, con un antes y un después, que solamente sus protagonistas, o aquellos cercanos, conocen. Su silencio.

“Quince años… la niña bonita”.
“¿Quién no es guapo a los dieciocho?”
Y, sin embargo, estimo que nosotros tuvimos que esperar más tiempo para estar en la cumbre. Nos alzamos juntos, por primera vez, a ella. Encuentro breve, divertido y, como siempre, placentero. Confidencias, maquinaciones y planes que dieron a mi vida el sentido que hoy tiene. Momento conciso, valioso y conveniente, la primera página de una extensa y duradera historia.
4 comentarios:
Hija, por Dios, es que escalar hasta lo alto del Teide entre nubes de azogue tiene su mérito.
Los que suben demasiado pronto no son conscientes de la escalada, solo del momento en que ponen la bandera. Luego, apenas miran alrededor, y... ya están bajando.
Pero si lo hacen como lo hicimos nosotros quizá encuentren que desde lo alto, como ocurrió aquel día, pueden ver la totalidad del archipiélago.
¿Te acuerdas de algo "especial" en la subida, en el teleférico?
Pfffprrffff ???
Je, je... ¡Pues sí que te acuerdas!
sniff, sniff..¡FO!
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